La necesaria formación de la juventud en la Cultura de Defensa
Por G.B. D. Agustín Alcázar Segura (R).
La formación de las nuevas generaciones que, con el tiempo, configurarán el cuerpo social de la nación es responsabilidad de la familia, los centros docentes y la sociedad en su conjunto, destacando entre ésta los grupos políticos y los medios de comunicación social.
LA FAMILIA
En la cultura hispana la familia constituye uno de los valores más firmes en los que se asienta nuestra sociedad, razón por la cual lo que se aprende en su seno tiene una importancia fundamental en la formación del futuro ciudadano.
Las vivencias de sus mayores, sus sentimientos, su identificación con los valores patrios tendrán una influencia extraordinaria en los sentimientos de los que se formen en su seno.
LOS CENTROS DE ENSEÑANZA
El ciudadano se forma en la escuela, es allí donde aprende a conocer a su país, su proceso de formación, su historia, sus gentes, su cultura, los hombres y mujeres que contribuyeron con su esfuerzo a lograr la nación en la que vive. En ella es donde ha de adquirir la conciencia de lo que representa lo que le rodea, lo que le une a los otros ciudadanos, pueblos y regiones que conforman su nación y la necesidad y obligación de mantener la herencia de sus mayores; y ha de ser en la escuela donde ha de conformarse su convicción de que, a veces, es preciso esforzarse hasta extremos sublimes para conservar esa herencia.
En este contexto, el niño, el adolescente, el joven, a través de las diferentes etapas de su formación ha de ser consciente de que la sociedad confía la defensa de todos esos valores expuestos a sus FAS. Así mismo ha de aprender que éstas forman parte del pueblo, al que sirven y del que reciben su apoyo.
El que las FAS estén constituidas por personal profesional es un hecho que cada día con mayor fuerza se impone en la mayoría de las naciones; sin embargo, también es necesario que el ciudadano se conciencie, desde las primeras etapas de su formación, de que en determinadas circunstancias extremas también él puede formar parte de ellas. De esta manera, ese niño-adolescente-joven, crecerá con el convencimiento de que sus FAS están para defender sus intereses y los de la sociedad de la que forma parte, aprendiendo a respetarlas, honrarlas y defenderlas, como algo suyo que son.
Pero para que esta labor sea todo lo eficaz que la sociedad demanda es preciso “formar al formador”, de modo que los docentes estén lo suficientemente preparados para poder transmitir los valores que han de adornar al futuro ciudadano.
LOS PARTIDOS POLÍTICOS
El Diccionario de la Lengua Española define como Patria la tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos, y consecuentemente el patriotismo no puede ser otra cosa que el amor a la patria; es el sentimiento que liga a un ser humano con su patria.
Sin embargo, en este capítulo tan vital para la vida de una nación las interpretaciones reales no son iguales entre los diferentes sectores del arco parlamentario. En determinados países, se asiste a un proceso político e intelectual en el que se exalta la diversidad de la realidad nacional, planteando una entidad plurinacional, contraponiendo las partes al todo, en un afán revisionista de la realidad histórica y del pasado común.
Esa diversidad busca la exclusión de lo común, poniendo el énfasis solo en lo propio, negando cualquier pertenencia a un ámbito distinto, incluso aunque sea compartido.
Frente a esa tendencia nacionalista, es necesario poner en valor lo común, contraponiéndolo a lo diverso, como medio de defensa de principios y valores como la igualdad o la solidaridad, que son la base de una sociedad moderna, donde la convivencia se fundamenta en la integración, la tolerancia y la universalidad entre personas, territorios y pueblos.
En sentido contrario, determinadas ideologías extremistas pueden poner valores e intereses de tipo internacionalistas por encima de los nacionales.
En el momento actual asistimos al fenómeno de la globalización en lo económico, político e incluso militar; sin embargo, es obligación de aquellos que dirigen las naciones hacer compatibles estas necesidades o imposiciones del mundo presente con la conservación de la identidad, los intereses, la cultura y la idiosincrasia de la propia nación.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL
En el momento actual la influencia que ejercen los medios de comunicación social en particular los electrónicos es realmente extraordinaria. La juventud se aleja de la prensa escrita, la radio y en cierto modo de la televisión, pero internet y el teléfono móvil se han convertido en su principal fuente de información.
Sin despreciar en absoluto el valor y el papel a desempeñar por los medios tradicionales, se ha de prestar una atención extraordinaria a todo lo que circula por la red, ya que la influencia que ejerce en este sector de la sociedad es extraordinaria.