“Acabar con el Daesh pasa por apuntalar al régimen sirio”
La inquietud internacional ante la posible política exterior de la futura administración de los Estados Unidos, liderada por el republicano Donald Trump, se ha extendido entre la opinión pública. “No debemos estar preocupados”, afirma tranquilo Guillem Colom, profesor de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide y cofundador del think tank de ciberseguridad THIBER. Doctor en Seguridad Internacional, Colom es uno de los mayores expertos españoles en materia de seguridad, defensa y asuntos estratégicos y autor de numerosos artículos y libros sobre estos temas. Charlamos con él, durante el IV Seminario Internacional sobre Políticas Emergentes de CISDE, de Estados Unidos, China, Rusia, la guerra de Siria las armas inteligentes o la ciberseguridad. Y todo ello como es Colom: directo, rápido y sin pelos en la lengua.
¿Tenemos que estar prevenidos o asustados ante la posible política exterior de Trump?
Creo que no necesariamente. Si una cosa podemos concluir de la victoria de Trump es que nadie realmente sabe lo que puede pasar. Durante la campaña dijo muchas cosas, después de haber ganado pero sin haber sido investido como presidente está cambiando algunas y planteando otras. Pienso que habrá un cierto continuismo porque la realidad es la que es y Obama no ha hecho las cosas bien. Así que los retos que tiene Trump son más o menos los mismos: China, con el que ha sido bastante duro diciendo que no es de fiar; Corea del Norte, tema que hay que tratar sin perder más tiempo y el tratado con Irán, que se hizo objetivamente muy mal porque es un acuerdo de mínimos. Respecto a Corea del Sur y Japón, Trump ha dicho que tienen que ser responsables de su seguridad, en línea con lo que ha planteado con la OTAN, pero Estados Unidos proporciona seguridad extendida y no se puede ir de ahí porque la retirada de Estados Unidos de la región implicaría que inmediatamente China cogiera este sitio y desde un punto de vista geoestratégico sería un completo suicidio.
Respecto a OTAN no es ninguna novedad que los estadounidenses estén molestos y digan por activa por pasiva que los europeos no contribuyen, desde el final de la Guerra Fría es el típico debate que ha ido repitiéndose en las distintas administraciones, sean republicanas o demócratas, y no es raro. Que los europeos no contribuyen en defensa es algo evidente, no solo respecto a materiales y capacidades, sino sobretodo en misiones, lo que se vio claramente en Afganistán.
¿Cómo ve el acercamiento del futuro presidente de Estados Unidos a Putin y, en consecuencia, a al Asad?
Lo que ha hecho Putin es perfectamente lógico, teniendo en cuenta sus intereses estratégicos. Al Asad ha sido siempre aliado de Rusia, que tiene bastantes intereses en la región. De hecho, con Crimea han garantizado su acceso al Mediterráneo. El objetivo ruso es facultar al régimen sirio de al Asad e incrementar su presencia en la región. Esto lo han hecho y Estados Unidos ha perdido claramente. La política de Obama en la región ha sido errática, apoyando a los supuestos moderados, lo que ha permitido que los rusos tomaran la iniciativa y éstos han desplegado sistemas antiaéreos.
En este caso, creo que Trump realizará un acercamiento táctico, porque es lo que han estado diciendo muchos generales norteamericanos muy críticos con la política de Obama en Siria a los que el futuro presidente está escuchando mucho. Por lo tanto, desde un punto de vista puramente táctico el objetivo es acabar con el Estado Islámico y, evidentemente, una de las consecuencias no deseadas para Estados Unidos será apuntalar al régimen sirio y creo que no se puede hacer nada. Desde hace tiempo y a raíz de la intervención rusa, el régimen sirio se ha afianzado y cualquier solución, nos guste o no, pasa por hablar con al Asad.
¿Qué retos plantea el Brexit a la Defensa europea?
Puede ser tanto un riesgo comuna oportunidad. La oportunidad porque Gran Bretaña siempre se ha opuesto a todo tipo de cosas en la política de Defensa europea y el riesgo es que el intento de la UE de crear otra Unión Europea de Seguridad y Defensa quede en agua de borrajas. Objetivamente no veo problema en el tema del Brexit, ya que al final la que actúa en temas de seguridad y defensa importantes es la OTAN. El riesgo real vendría si Trump dijera que Estados Unidos se va de la OTAN, pero creo que objetivamente es muy inviable porque, sin ir más lejos, se están redesplegando Fuerzas en la frontera con Rusia como medida de reaseguramiento de los países bálticos. Y Rusia no representa una amenaza existencial para Europa.
Al final lo que se intentará lograr es que los europeos inviertan más en seguridad y defensa y se comprometan, para lograr cosas que están más que aprobadas, por ejemplo, en la Cumbre de Cardiff, donde se acordó que en 10 años los países de la OTAN invertirían el 2% de su PIB en Defensa. Por lo tanto, creo que se pedirá que los países europeos contribuyan más y que aumenten su actividad.
¿Coaliciones y Estados aplican el concepto OTAN de comprehensive approach o enfoque integral?
Conozco este concepto muy bien porque fui de los que estuve generándolo en OTAN y no se aplica ni de lejos. El problema es que para que se puedan integrar los medios hay que disponer de ellos y OTAN no dispone de medios civiles. Por mucho que en la Cumbre de Lisboa se dijera que se desarrollarían capacidades, esto choca con los países europeos, ya que la Unión Europea dispone de medios civiles y diplomáticos. Implementar el comprehensive approach implicaría que todos los actores no solo los gubernamentales, sino también otros como las ONGs, cooperasen para conseguir la misma situación final deseada, pero a nivel real queda mucho para que esto se pueda conseguir.
¿Cómo son las nuevas guerras, las actuales y las que vienen, cada vez se libran más con drones, por un lado, y en el ciberespacio, por otro? ¿Tendrá que seguir habiendo botas sobre el terreno?
Aunque a los políticos no les guste siempre habrá botas sobre el terreno. Éste es el típico debate recurrente desde hace casi un siglo. En el periodo de Entreguerras, cuando comenzaron los bombardeos estratégicos se dijo que se podrían ganar las guerras sólo de este modo y ya no sería necesario invadir el país, pero en la II Guerra Mundial pasó lo que pasó. En los años ’90 también se dijo que con las armas de precisión inteligentes y una pequeña fuerza terrestre podría controlarse la zona, y hemos visto en Afganistán e Irak que la única forma de controlar es ir casa por casa.
El tema de los drones es algo políticamente fantástico, sobre todo en operaciones antiterroristas en las que es preciso neutralizar a un individuo. Así se puede hacer sin mandar fuerzas de operaciones especiales y, si cae el dron, no muere nadie. Pero todo el mundo tiene que asumir que las guerras siempre necesitarán gente en tierra. Ahora se está hablando de posibles ejércitos de robots que puedan combatir. Es evidente que cada vez vamos a una mayor robotización y que esto puede apoyar mucho, pero no creamos que sustituirá la falta de elementos humanos. Para controlar el terreno siempre se necesitará gente.
El gran problema de las guerras de siempre y también de las actuales y de las del futuro es que se tiene que combatir entre la población civil y para ello es necesario gente que conozca el terreno y vea las cosas físicamente, lo que no se puede lograr ni con drones, ni por muchos desarrollos en realidad virtual. Estos son útiles depende de qué conflictos, pero, ¿cómo se está luchando contra el Daesh? Casa por casa. Tenemos mucha confianza en la tecnología y ésta no lo soluciona todo, apoya mucho las operaciones militares pero no cambia la naturaleza misma de la guerra y en la guerra hay muertes.
¿La amenaza silenciosa viene del Pacífico?
De silenciosa nada. El centro del mundo ya no es Europa y eso debemos entenderlo. El ascenso de los chinos a nivel militar se ha hecho sobre todo pensando en un actor como Estados Unidos y lo que quieren es garantizar su espacio estratégico. Antes china era una potencia continental y ahora está transformándose en una potencia marítima y para ello debe garantizar sus aguas. Es decir, tener el control absoluto de lo que pasa en sus aguas territoriales. Uno de los objetivos de Estados Unidos en materia de política exterior y seguridad es tener el acceso y desplegar en cualquier punto del planeta y ahora hay una parte del mundo donde no lo pueden hacer: el mar del sur de China.
Es lógico que el auge económico y político de China vaya acompañado de un auge militar, para ser una potencia regional. Esto no tiene por qué implicar que haya un conflicto, siempre que Estados Unidos asuma que ya no es la potencia que quería ser,. Si estados Unidos pretende mantener su capacidad puede generar conflicto porque son dos potencias enfrentadas y al final todo es un juego de suma cero.
¿Qué peligros albergan las redes sociales para los militares?
El caso paradigmático es el de los israelíes. Hemos visto en teatros de operaciones a gente haciéndose fotos en cuarteles, subiéndolas a Facebook, y al final, a través de estas publicaciones, miembros de Hezbolá o Hamás iban catalogando los medios y el lugar del despliegue. También ha pasado en Afganistán. Yihadistas que se hacían pasar por chicas en un perfil falso de Facebook y contactaban con soldados estadounidenses, que hablaban con ellas y “se iban de la lengua”. A esto hay que sumarle gente que iba con su móvil en teatros de operaciones y tenían las redes sociales y sus fotos geolocalizadas, con lo que al mandar una foto ponían en evidencia su posición. Asimismo, si sabes un poco más de informática, a través de una foto puedes obtener los metadatos de dicha imagen y sacar la IP. Ocurrió con un piloto estadounidense que, de esta forma, dio las coordenadas en las que se encontraba y “los malos” destruyeron varios Harrier en un campo de Afganistán. U oficiales israelíes que se mandaban las coordenadas y los mapas por Whatsapp. “Los malos” utilizan las redes sociales para obtener mucha inteligencia y esto tiene muchos riesgos.